Gonzalo cayó un día al taller, tenía 12 años. En realidad venía a acompañar a su primo que quería estudiar música, pero un día  tomó la guitarra  entre sus manos sin saber que nunca más la dejaría y que sería una gran compañera de vida. Fué alumno del taller a los 12 años durante unos años, luego voló por otros senderos y luego volvió a los 17 y luego volvió a abrir las alas y creció y creció y ahora volvió otra vez como profe de guitarra eléctrica y ensambles.
Su corazón es de blues y tiene forma de guitarra eléctrica.
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Deliciosamente rockero, Gonza transmite a sus alumnos la escencia de este estilo que ha cultivado, aprendido y estudiado durante muchos años.
Actualmente es guitarrista de Guasones y tiene su propio proyecto musical.